viernes, 28 de febrero de 2014

Amoríos de verano


Con el sol, no solo llegó mi dermatitis; también llegó por ahí un chico nada especial.
Aunque sé que mis amigas lo odian, y yo ni lo quiero. Que dirían que porqué rayos entonces escribo una entrada en referencia a él. Pues bueno, siempre he narrado mis historias de amores baratos en este blog. Y además "soy bloggera, y escribo lo que quiera".

Bueno, digamos que ya lo había visto millones de veces en la U. Y su estilo de chico pavo y coqueto me agradaba. Pero no lo conocí hasta por casualidades de la vida en un curso por ahí. La primera impresión fue genial. La primera conversa también lo fue. Pensaba en qué chico tan tranquilo y tímido se ve.

Empezamos a conversar seguido; y sorpresas de la vida, "capricorniano del 92". Lo primero que hice fue ponerle una cruz gigante en la frente. A pesar de ello, me hacía reír demasiado con sus chistes pavos e imitaciones de todo tipo de caricaturas, personas y profes de la U.

No era ni tímido, ni tranquilo. Súper hiperactivo. Es el chico más coqueto, vanidoso y egocéntrico que he conocido en mi vida. Sin embargo, también es el chico más tierno y cariñoso. Digamos que en esta semana me encariñé de él... como amigos, claro.

¿Qué es lo más fail de un amor de verano?
Es cortísimo.
Solo buscan algo, y van directo a algo.
No puedes sentir nada, absolutamente nada.
Correr el riesgo de enamorarte.

Digamos que, esta vez no fue mal. Mi corazón se ha cerrado tanto que no pude creerle ni siquiera cuando dijo que le importaba. Nos hemos peleado un par de veces por lo necia que soy. Y claro, el día que confesó 'eso'.
A pesar de ello, hemos salido muchísimas veces; y la he pasado lindo.
Lástima que la próxima semana termine este ciclo de saliditas y risitas.

Al fin y al cabo, un amorío de verano no es tan malo... cuando no te enamoras.
Así que aquí se va el resumen de mi febrero: Capricorniano de 22 años, fue un gusto y hasta luego.

sábado, 8 de febrero de 2014

A primera vista


"No sé tu nombre, solo sé la mirada con que me lo dices."



Lima, 06 de Febrero de 2014.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Carta de Frida

Esta carta lo leí por ahí, a recomendación de una amiga que sabía exactamente lo que necesitaba como para abrir cada vez un poquito más los ojos.




Sr. mío Don Diego:
 
Escribo esto desde el cuarto de un hospital y en la antesala del quirófano. Intentan apresurame pero yo estoy resuelta a terminar ésta carta, no quiero dejar nada a medias y menos ahora que sé lo que planean, quieren herirme el orgullo cortándome una pata... Cuando me dijeron que habrían de amputarme la pierna no me afectó como todos creían, NO, yo ya era una mujer incompleta cuando le perdí, otra vez, por enésima vez quizás y aún así sobreviví.

No me aterra el dolor y lo sabes, es casi una condición inmanente a mi ser, aunque sí te confieso que sufrí, y sufrí mucho, la vez, todas las veces que me pusiste el cuerno...nó sólo con mi hermana sino con otras tantas mujeres...¿Cómo cayeron en tus enredos? Tú piensas que me encabroné por lo de Cristina pero hoy he de confesarte que no fue por ella, fue por ti y por mi, primero por mi porque nunca he podido entender ¿qué buscabas, qué buscas, qué te dan y qué te dieron ellas que yo no te di? Por que no nos hagamos pendejos Diego, yo todo lo humanamente posible te lo di y lo sabemos, ahora bien, cómo carajos le haces para conquistar a tanta mujer si estás tan feo hijo de la chingada...

Bueno el motivo de esta carta no es para reprocharte más de lo que ya nos hemos reprochado en esta y quién sabe cuántas pinches vidas más, es sólo que van a cortarme una pierna (al fin se salió con la suya la condenada)... Te dije que yo ya me hacía incompleta de tiempo atrás, pero ¿qué puta necesidad de que la gente lo supiera? Y ahora ya ves, mi fragmentación estará a la vista de todos, de ti... Por eso antes que te vayan con el chisme te lo digo yo "personalmente", disculpa que no me pare en tu casa para decírtelo de frente pero en éstas instancias y condiciones ya no me han dejado salir de la habitación ni para ir al baño. No pretendo causarte lástima, a ti ni a nadie, tampoco quiero que te sientas culpable de nada, te escribo para decirte que te libero de mí, vamos, te "amputo" de mi, sé feliz y no me busques jamás. No quiero volver a saber de ti ni que tú sepas de mí, si de algo quiero tener el gusto antes de morir es de no volver a ver tu horrible y bastarda cara de malnacido rondar por mi jardín.
Es todo, ya puedo ir tranquila a que me mochen en paz.
 
Se despide quien le ama con vehemente locura,
 
Su Frida


(México, 1953)