sábado, 31 de diciembre de 2011

Memorias 2011

(Estuviste a un paso de superar al 2005 como el peor año de mi vida.)





Para hacer un balance del año, debo recordar aunque ya no quiera hacerlo más.

Pasé de renunciar al sueño de ser payasa, por la universidad. De las mejores risas a la preocupación.
Creíamos habernos perdido para siempre, nos volvimos a encontrar, a perdonar, a amar...
No olvidé, te odié, te boté y te dejé.
Volvimos a volver, a terminar, y finalmente abandonar.

Mi primer trabajo, mi primer sueldo, mi independencia aumentando, mi primer gran error y mis nuevos amigos.
De mis nuevos secretos, deseos y temores.

De perder amigos, de ganar nuevos, de recuperarlos.

De enamorarme como nunca, a que él me dejara de amar para siempre.

Apareciste, desapareciste. Apareció ella... y desapareció.
Pero cuando ella apareció, tú desapareciste también. Jamás volviste a ser tú, jamas volví a ser yo.
Mientras la montaña rusa no dejaba de jugar.

Me sentí sola, me sentí contigo, totalmente sola y otras con amigos.

Amé a orejas, se lo llevaron, no volví a saber de el y lo extrañé.

Crucé por una depresión espantosa, no comí, no dormí y solo lloré.
Pero también lloré de felicidad, y otras de ansiedad.

Te esperé, te seguí esperando, me cansé de esperar y dejé de esperarte.

Cambié, no volví a ser yo. Fui sumisa, ilusa y perseverante.

Abandoné los libros por recuperar tu corazón.

Después de añorarte en silencio, de gritarte mi amor. De que me gritaras tu desamor, pensé y lo entendí: Se nos pasó el amor.

Espero te haya gustado el último año que te regalé, porque realmente fue el último.
Y no es por ser dramática, ni pretender o fingir ser feliz.
Es que en realidad, 2012 voy con todo.
Y no necesito dejar de ser yo para ser feliz.

Las mejores buenas vibras para todos, incluso para ti.