lunes, 9 de septiembre de 2013

Sol invernal

 
«Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón».
(Borges)
 
 
 
Esta frase, por segunda vez en mi vida, forma parte de mi filosofía.
El mundo es una rueda, el mundo gira. Algunas veces en contra, otras a favor.
La justicia más merecida es esta: olvidarte.
Voy por buen camino. Me gusta mi soledad, y me gusta la compañía que tengo por las tardes.
Todo empieza una vez más. Es bueno volver a empezar.
 
¿Qué más puedo decir?
No entiendo a las personas que te cambian por otra (sin haberles dado algún motivo, más que amarlos), luego de una linda charla creer que toman conciencia de que bueno si aún no estamos juntos no es sinónimo de andar con otros.
 
Pero en fin, ya empezará mi primavera vez. Y será hermoso. Lo sé.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

martes, 3 de septiembre de 2013

Algún día me encontrarás

Y pensar que después de haber caído una vez, no lo volvería a hacer.
Me falta tan poco para dejar los malos sentimientos.
Solo que, el golpe al alma es el que no sana.
No puedo creer que ahora él esté tan feliz con ella, si hace dos semanas andaba de mi mano.
No volveré a confiar en ese brillo de los ojos que gritaba que me quería.
Alguien que realmente te quiere, no te haría tanto daño.
Daño, dañada, dañino... Si perdí, al final algo gané:  fortaleza.
Sé que no es el fin del mundo, pero sentí como mi mundo finalizaba cuando me decía: "hemos estado viéndonos", "sí, sabía el daño que te hacía". Pero bueno, la vida sigue.
Y si escribo tan seguido es porque necesito descargarlo todo. Especialmente porque sé que nadie me lee. Al menos puedo escribir conmigo misma.
 
 
 
Estos días, decidí cambiar algunas cosas:
 
1) Dejar de odiarlo, y mentalmente desearle lo mejor. (Quitarle la maldición que le metí con mucha vehemencia de que todo le vaya mal).
2) Olvidarlo.
3) Guardar mi corazón por un buen tiempo. Sé que involucrarme con otra persona solo serviría para lastimarlo.
4) Dejar de esperarlo. Se acabó. Fue el fin.
5) Cambios alimenticios. He decidido al fin bajar de peso, por una cuestión de salud y porque llegará verano y quiero sentirme mucho más linda.
6) Ejercitarme; y,
7) Ser yo misma, cada día de mi vida.
 
Así que, invierno malo malo vamos a arreglarnos. Nos quedan pocos días juntos, y tenemos que poder.

lunes, 2 de septiembre de 2013

La vida: rueda, rueda.

 
He pasado del cambio del invierno más cálido y dulces de todos, al invierno más gélido y frígido de mi vida.
Aún no puedo avanzar, no puedo concentrarme en lo que hago.
Mis pasos de torpeza, de seguir en el suelo, de extrañar a lo que odio, de odiar.
Necesito pureza otra vez. Necesito dejar de odiar, dejar de pensar y perderme en buenos sentimientos.
Yo no soy así. Yo no puedo guardar más rencores.
Odio que piensen que me victimizo. Solo no puedo seguir guardando el dolor.
 
Papá dice que las cosas que suceden me harán fuerte, mientras mamá duerme conmigo.
En el fondo, agradezco a Dios por las personas que pone en mi vida; y le agradezco más por las personas que no merecen y sacan de la misma.
 
Empieza setiembre, tengo un presentimiento de futura felicidad.
Si algo es ley desde que tengo uso de razón es que ningún verano he sido infeliz.
Quizá sí, todos los inviernos muero.
Quizá sí, todas las primaveras me llevan con el viento.
Quizá sí, el otoño me congela la esencia.
Pero verano, verano... otra vez estoy aquí esperándote.
 
La vida: rueda, rueda. Un día tienes algo, al día siguiente no te queda nada.
Aunque a mí me queda algo, sí.. aquí en mi pecho: me queda un gran vacío.